Bienvenidos a PCЯ

En esta pagina verán mucho análisis técnico intuitivo, el cual detrás siempre estará contando un dilema fundamental sin resolver para el mercado. Espero poder ocasionalmente invitar a amigos analistas locales y también cualquier análisis internacional que me parezca relevante. Nada de lo dicho acá tendrá una agenda distinta a la opinar honestamente y cuando sea el caso equivocarme honestamente. Espero que disfruten de Pensamiento Contrario.

lunes, 30 de marzo de 2015

Del blindaje y otros misterios

No es un secreto que los economistas no predecimos desaceleraciones ni mucho menos recesiones. En la crisis del 2009, 49 países entraron en recesión y para abril del 2008 ningún economista de ningún país estaba esperando algo remotamente cerca a lo que sucedió (Loungani, 2014). Esto es mucho más difícil para el caso colombiano, ya que la discusión local se da en un entorno de doble negación. Los analistas, no solamente insisten que Colombia no se puede desacelerar (no PIB < 3%), sino que piensan que esto es factible al tiempo que el resto del mundo emergente si lo hace.

En Alianza siempre hemos pensado que esta separación del crecimiento económico colombiano frente a sus pares no es sostenible y que es un logro únicamente ligado  al comportamiento atípico del petróleo durante los últimos 4 años. Lo preocupante es que mientras la debilidad gradual en el resto de materias primas tiene a economías como Brasil, Chile y Perú cumpliendo 4 años de un “gradual” muy bajo crecimiento económico. A Colombia le va a tocar la difícil tarea de hacer este ajuste en mucho menos tiempo.

“Predecir es difícil, sobre todo si es acerca del futuro” (Niels Bohr nobel en Física 1922)

La economía es una disciplina auto regresiva. Funciona aceptablemente en momentos en que el pasado y el futuro se parecen mucho (gran parte del ciclo expansivo económico). Y fracasa rotundamente cada vez que éste termina.

Gráfico 1.PIB colombiano y expectativas a dos años
Fuente: Bloomberg, Banrep. Cálculos: Estrategia Alianza

Nuestro primer grafico resume este comportamiento. Cuando el Banrep nos pregunta cómo vemos el PIB este y el próximo año: 1) Ambas estimaciones se parecen mucho al PIB de los últimos 12 meses (línea punteada). Así que como pasa en cualquier análisis fundamental nuestro mejor predictor del futuro es el último dato disponible, 2) Ambas predicciones se parecen mucho entre ellas. En otras palabras respondemos hasta diciembre que el año en curso será idéntico al próximo, 3) Cuando las desaceleraciones comienzan nuestras estimaciones son absolutamente inservibles.

El mejor ejemplo de lo que creemos estamos viviendo ahora es la última desaceleración disponible. El 2008 empieza con las encuestas estimando un crecimiento 2008-2009 de 6,03% y 5,91% respectivamente y al tiempo que el PIB de ese año baja al 3,55%, las encuestas terminan el año con expectativas de 3,77% y 3,23% (2009 y 2010). O sea que incluso a principios del 2009 (cuando ya todas las crisis posibles se habían desatado a nivel global) el mercado no podía creer en un crecimiento colombiano 2009 del 1,65% como finalmente se registró.

La comparación con lo sucedido recientemente es válida. Hace 6 meses las predicciones 2015 estaban en 4,73% y ya han sido reducidas al 3,54%. Esto al tiempo que se repite (como era esperable) la predicción que el 2016 crecerá apenas un poco menos al 3,35%. Si la historia es relevante todo el 2015 será un año de correcciones a la baja concentrados sobretodo en bajar el crecimiento actual esperado del 2016.

No crean en las predicciones económicas excepto si vienen de nosotros

No tiene mucho sentido señalar las limitaciones de predecir el futuro y después convencerlos de que nosotros si tenemos las respuestas. Tampoco es muy convincente decir que como nadie sabe cuándo va  a llegar la desaceleración, entonces esto es un argumento suficiente para decir que ya comenzó (un ejemplo de esto sería decir que como somos malos prediciendo terremotos y nadie está prediciendo uno mañana, entonces esto es suficiente para que en menos de 24 horas comience a temblar).

No obstante, por lo menos nos hace conscientes de las limitaciones tanto de nuestros modelos como de la aversión de los analistas a estar equivocados solos (es mucho mejor errar en grupo). Es aquí en donde Alianza recoge la cuenta. Nosotros no solo estamos acostumbrados a tener una posición diferente a la del consenso (dólar, inflación y ahora crecimiento). Sino que de hecho consideramos que las oportunidades en los mercados se dan precisamente cuando nos damos cuenta que nuestras conclusiones las comparten muy pocos.

Cuatro años de blindaje y misterios

El gráfico 2 muestra nuestra tesis de la doble negación. Después de una correlación muy alta desde 1996, la economía colombiana se desliga en el 2011 del resto de economías emergentes. De esta forma quien piense que Colombia no va a crecer menos del 3% en los próximos dos años, debe tener una teoría muy compleja acerca de cuáles fueron los factores internos que le dieron a Colombia ese carácter tan especial.

Gráfico 2.PIB colombiano versus otras economías emergentes

Fuente: Bloomberg. Cálculos: Estrategia Alianza

A estas alturas no es un misterio que nuestra forma de análisis rechaza la complejidad. Predecir es difícil y hacerlo confuso solo conlleva a equivocarse elegantemente. La respuesta como siempre la tiene el mercado externo. El gráfico 3 muestra otra correlación que se rompe precisamente hace 4 años. Después de varias décadas de una alta sincronía el petróleo es la única materia prima entre el 2011 y el 2014 que se mantiene estable (probablemente por el entorno geopolítico). Es así como mientras los crecimientos de países emergentes son chocados por una desvalorización que no se veía en décadas y que se mantiene al día de hoy (exceptuando la breve crisis del 2009) a Colombia la soportó la estabilidad petrolera. Esto a su vez es el problema el día de hoy. 

Gráfico 3.Petróleo y materias primas
Fuente: Bloomberg. Cálculos: Estrategia Alianza

Descubriendo el agua tibia

Ahora, no solo estamos diciendo que el petróleo es un factor importante para el crecimiento económico colombiano. Estamos diciendo que es lo único que importa. Nuestro punto es que los choques alcistas o bajistas en materias primas para economías como la colombiana (chilena, peruana, rusa, brasilera, etc…) son determinantes y tienen un efecto que no solo se restringe a su participación directa en el PIB. Es así como mientras el cobre solo participa en 12% en los PIB chileno y peruano, su caída prolongada ha sido suficiente para mantener estas economías en una “prolongada” desaceleración muy por debajo del 3% (gráfico 4). 

Gráfico 4.PIB Latinoamericano y materias primas
 
Fuente: Bloomberg. Cálculos: Estrategia Alianza

Esto nos lleva a la situación local (gráfico 5). Las desaceleraciones/recesiones no son ejercicios de excel en donde uno afecta sectores individuales y correlacionados, dejando el resto constante (la participación del petróleo en el PIB colombiano es del 10%). Tal y como en el 2008-2009 nadie podía determinar en qué momento se pierde la confianza en el sector financiero, en el caso local tampoco podemos medir la pérdida de confianza que en este momento está generando el choque del petróleo. Lo único que sabemos es que eventos de menor magnitud en el resto de economías pares, ha sido suficiente para detonar crecimientos muy por debajo de lo que por ahora pronostican los expertos para el país.
Gráfico 5.PIB Colombia y petróleo
Fuente: Bloomberg. Cálculos: Estrategia Alianza

Blindajes cambiarios, inflacionarios y ahora de crecimiento económico

Hace dos años surgieron las teorías de que en Colombia el dólar no se podía fortalecer mientras que en el resto del mundo si lo hacía (probablemente porque los flujos petroleros seguían llegando). Una vez comenzó la alta devaluación se convencieron de que el dólar no podía generar inflación pese a que los precios se desbordaban en el resto de economías con monedas similares a la nuestra. Ahora la última de estas teorías asume que el país puede crecer por encima del 3.0% después de una caída del petróleo de más del 50% y mientras los países emergentes entran en su primera crisis de este siglo. Nosotros seguimos creyendo que en lugar de buscar argumentos que sustenten la separación local,  siempre se debe partir del hecho de que estas por breves o largas que sean son por definición insostenibles (como lo ha sido cualquier desviación durante todo lo que tenemos de historia económica del país). 
(Alianza continúa esperando un crecimiento económico 2016 entre 1% y 2%)

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